Fuiste como un atardecer de esos que te ilusionan y te llenan de melancolía una vez que acaban.
Los atardeceres son fugaces y siempre dejan en ti un sabor a miel con un no sé qué de amargo. Los atardeceres generan expectación, admiración y melancolía.
No pasará nada una vez que acaba, salvo la noche. Los atardeceres son bellos, tienen inicio, tienen fin, no son de nadie, no es mío y no quiero poseerlo, quiero admirarlo y dejarlo ir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario